SAN SEBASTIÁN. FUNCIÓN SOLEMNE Y SALIDA PROCESIONAL




Mañana a las 10:30 de la mañana se celebrará D.M la función solemne en honor al Sto. Patrón de la Villa de Los Palacios y Villafranca, San Sebastián. Al término de ésta, se realizará la salida procesional recorriendo las calles más céntricas de nuestro pueblo culminando la procesión en la Capilla que lleva su nombre. 

El itinerario será el siguiente:

Ntra. Sra. de las Nieves, Rabadanes, Ntra. Sra. del Carmen, Plaza de España, Isaac Peral, Cervantes, Toledillo, Buenos Aires, San Sebastián.

Hace unos días, desde la página oficial de Facebook, nuestra hermandad publicaba una breve historia de nuestro patrón y mártir, San Sebastián (patrono también de la antigua Villa de Villafranca de la Marisma) del cual disfrutaremos este domingo por las calles palaciegas en conmemoración de su posterior onomástica el 20 de Enero.

(...) Sin embargo, el Emperador Diocleciano también se enteró de que Sebastián era cristiano y mandó arrestarlo. Sebastián fue apresado en el momento en que enterraba a otros mártires, conocidos como los “Cuatro Coronados”. Fue llevado ante Diocleciano que le dijo: “Yo te he tenido siempre entre los mejores de mi palacio y tú has obrado en la sombra contra mí, injuriando a los dioses”.
San Sebastián no se amedrentó con estas palabras y reafirmó nuevamente su fe en Jesucristo. La pena ordenada por el Emperador era que Sebastián fuera atado y cubierto de flechas en zonas no vitales del cuerpo humano, de forma que no muriera directamente por los flechazos, sino que falleciera al cabo de un tiempo, desangrado, entre grandes y largos dolores. Los soldados, cumpliendo las órdenes del Emperador, lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un árbol y lanzaron sobre él una lluvia de saetas. Cuando acabaron su misión y vieron que Sebastián ya estaba casi muerto, dejaron el cuerpo inerte del santo acribillado por las flechas. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó sano.
Cuando Sebastián estuvo nuevamente restablecido, sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Volvió a presentarse con valentía ante el Emperador, cuando éste se encontraba en plena ofrenda a un dios, quedando desconcertado porque lo daba por muerto, momento que Sebastián aprovechó para arremeter con fuerza contra él y sus creencias. Maximiano ordenó que lo azotaran hasta morir (año 304), y esta vez, los soldados se aseguraron bien de cumplir sin errores la misión.

El cuerpo sin vida de San Sebastián fue recogido por los fieles cristianos y sepultado en la en un cementerio subterráneo de la Vía Apia romana, que hoy lleva el nombre de Catacumba de San Sebastián.

No hay comentarios:

Publicar un comentario