Y como así lo manda la tradición, después de que la Blanca Paloma bajase de los cielos para visitar a cada Simpecao, la Hermandad del Rocío de nuestro pueblo emprendía esta mañana el camino de vuelta. Un camino muy diferente al que iniciaron el pasado miércoles, ahora toca soltar el capote de agua y los chubasqueros.
Este año el camino ha sido duro por las inclemencias meteorológicas y los cambios de última hora a los que la hermandad se ha tenido que ir sometiendo durante su peregrinar como consecuencia de dichas inclemencias, aun así ha merecido la pena.
Desde este blog, queremos desear un buen camino de vuelta a todos los romeros y romeras de nuestra localidad.
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