INMACULADA

Nuestra Señora, María Santísima de los Remedios, ya luce sus galas de inmaculada.

El atuendo que porta nuestra Señora no es novedoso en el mundo de las cofradías. Un gran número de ellas han aprovechado, en numerosas ocasiones, los primeros días del mes de diciembre para adecuar los atributos inmaculistas a la iconografía de la talla.
El hecho de que, por estos tiempos, varias hermandades decidan lucir a sus imágenes des esta forma, se debe a la referencia al dogma de la Inmaculada Concepción, que es una creencia del catolicismo que sostiene que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, estuvo libre de todo pecado.
Esto no debe de confundirse con el hecho de la maternidad virginal de María, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina reafirma con la expresión "llena eres de gracia"que aparece en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

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